martes, 26 de junio de 2012

Un baño de burbujas

Los días van pasando y cada vez se me hace más difícil pensar que estaré un tiempo, no se sabe cuanto, sin ver a Nora. Hoy ha sido un día normal,y mentiría si dijera que no estoy tranquila. Me encanta cuando llego a casa a eso de las 20:00 después de haber estado con Nora toda la tarde por ahí, porque estoy cansada pero muy muy relajada .
Nuestra rutina con Nora nos ayuda a no pensar en el ingreso que se avecina, y eso me permite estar tranquila la mayor parte del tiempo. Para mi hoy el día ha empezado - bien y con ganas- cuando fui a buscar a Nora a la guarde. Es un buen momento porque ella, sin ser una niña especialmente cariñosa, se tira a nuestros brazos cuando nos ve llegar. Es un instante muy placentero, tanto que incluso hoy nos hemos "retado" Nacho y yo para ver quien iba a buscarla...jeje. Finalmente he ganado yo. Todo parece indicar que los niveles de Nacho están cayendo en picado, y hoy ha estado especialmente cansado y con malestar. Y aunque ha hecho todo lo posible para recuperarse un poco y poder venir con nosotras a pasar la tarde al sol, sus bajos niveles de hemoglobina y plaquetas con sus respectivos crueles efectos sobre el cuerpo comienzan ya a no dejarle hacer una vida relativamente normal, y hoy no ha podido salir apenas a la calle.
 Aun así, Nacho nos ha estado esperando con ansias en casa, y ahora mismo está en la bañera con Nora. En este preciso momento estaba pensando cómo una persona con la hemoglobina por debajo de 7,  con no más de 10.000 plaquetas y con toda la tensión de este delicado momento, puede meterse con esa sorprendente vitalidad en el juego de una niña de dos años. Nacho se guarda la poca energía que tiene para estar con Nora, incluso cuando sabe que le van a poner hemoglobina, ya antes de que se la pongan empieza a pensar y a planear que hará esa misma tarde con su hija. Por eso pienso que a pesar de todo es una niña increíblemente afortunada, pues lo es todo para su papá.
Mañana toca analítica, y juraría que transfusión, al menos de dos bolsas de sangre. Mañana Nacho se sentirá la persona más feliz del mundo cuando tenga algunas pocas fuerzas más para salir a ver a los caballos con Nora. Y Nora seguirá siendo, como lo será siempre, una niña muy afortunada junto a su papá.
Que duermas bien pequeñina. Seguro que si: papá te está durmiendo con vuestra canción de los cinco peces...





domingo, 24 de junio de 2012

Pausa

Hoy ha sido un día caluroso, relajado. Después de llegar ayer de madrugada a mi casa tras una buena velada con unas amigas de mi infancia, esta mañana me costó mucho levantarme. En realidad no estaba cansada, ni tenía resaca...ni ninguna de esas cosas que en una situación normal te obligan a permanecer dando vueltas varias horas en la cama. Lo que me pasó fue que me desperté sin ganas de hacer nada. Mi vida está parada, hace muchos meses que esta parada, tantos como lleva sin remitir la leucemia de Nacho. Durante todo este tiempo estoy esperando a que suceda algo que ponga en marcha de nuevo nuestras vidas. Algo que nos invite a volver a creer y pensar que después de todo el dolor acumulado finalmente la vida vuelve a merecer la pena. Y así llevo...meses y meses, estancada y sin querer crecer y caminar, cuando en realidad camino y crezco a pasos agigantados. Esta mañana me sentí de nuevo estancada y sin ganas de caminar...ni por la vida, ni por la calle...ni tan siquiera por mi casa. Pensé incluso en el mes de septiembre, pensando que quizás entonces el trasplante ya haya pasado...con lo que haya tenido que pasar. Y que entonces si podre seguir viviendo o sobreviviendo, pero que por lo menos sería entonces cuando vería por fin el punto de salida.
Y como siempre, cuando me siento así me vino a la cabeza Nora, y me entraron unas inmensas ganas de irme con ella a disfrutar del solete y del calor. Así que sin saber como me lavé la cara, me vestí y fui a buscar a Nora y a Nacho al parque. Bajé caminando mi calle y al final de la misma les vi sentados, uno al lado del otro, en unas escaleras. Por un momento me dio cosa estropear ese momento entre los dos tan lleno de ternura. Pero yo también necesitaba recibir la mirada de mi hija, y ver cómo me sonríe cuando aparezco. Y así fue, Nora, me miraste, sonreíste con nervio y me pediste que me sentara a tu lado. Sin saber cómo me olvide de lo estancada que sentía mi vida cuando me desperté, y empecé a distraerme contigo, como siempre, observando lo que haces, como creces y en qué te estás convirtiendo.
Lo que parecía que iba a ser una mañana triste se convirtió en algo bonito. Poco a poco me entraron ganas de jugar con ella, y así estuvimos un buen rato. Entre juego y juego había muchas miradas de complicidad    entre Nacho y yo a través de las cuales nos transmitíamos el amor que sentimos hacia Nora: cómo una criatura de tan sólo dos años consigue ratos (que no instantes) de felicidad en tan duros momentos.


Después de esta dulce mañana que me regalaron Nora y Nacho, en nuestra siesta dominguera (siempre juntos los 3) tuve un sueño que compartí con Nacho y me ha hecho pensar durante el resto del día.
Ya sólo queda una semana para entrar a trasplante. Sólo me queda una semana para abrazarme y acurrucarme a Nora cuando siento miedo de mi propia vida. Y a Nacho solo le queda esta semana para mirarla, pues verla es lo único que alivia el dolor tan intenso que debe sentir.
Hasta mañana Noruqui.

sábado, 23 de junio de 2012

Para Nora

Me llamo Carmen, y desde hace más de 3 años mi amigo, amante, compañero de vida, y todo para mi...está enfermo de leucemia mieloide aguda.
Tras un trasplante de donante no emparentado en septiembre de 2009, en septiembre del siguiente año Nacho tuvo su primera recaída, y desde entonces no ha conseguido remitir completamente. Por ello, y como última y ya única opción el día 1 será ingresado en una cámara de aislamiento para someterse a un segundo trasplante de médula.
Tras asegurarnos y confirmarnos que Nacho se había quedado estéril por las altas dosis de quimioterapia recibidas, casi milagrosamenteme quedé embarazada. Lo supe una semana antes de entrar al ingreso del primer trasplante. Y desde el primer momento supe que era una niña y que se llamaría Nora:

http://fundacionjosepcarreras.blogspot.com.es/2009/09/un-desafio-las-estadisticas.html

Uno de los principales motivos por los que me he decidido a escribir este blog es para que Nora pueda leer en algún momento esta especie de diario. Aquí intentaré escribir todos los días que dure esta recta final, para que sepa que su padre está peleando dura y dolorosamente con un único objetivo: poder ver crecer a su hija. "nuestra Nora...viniendo de donde viene y del momento en que viene. Una peleona desde el mismo momento en que nadie daba un duro por ella y se abrió camino entre lo medicamente imposible..."
Te queremos pequeñina.
Papá y Mamá