lunes, 25 de febrero de 2013

Homenaje: Carmen (Y para variar...lo perdí antes de leerlo...)





“La dignidad, el amor y la paz que ví allí me dejaron una impresión imborrable…

Mentalmente comparé su muerte con la de Susy… 

El granjero había tenido lo que yo ahora llamo una BUENA MUERTE: falleció en su casa rodeado de amor, de respeto, dignidad y afecto

Elisabeth Kubler Ross.



Te queremos Piolonchelillo.

Homenaje: Chus


Trato de escribir algo en memoria de Nacho y me doy
cuenta de que tantas veces las cosas, las personas y
los sentimientos más puros y auténticos, los más
sencillos, son los más complicados de explicar, de
contar con palabras.
Nacho fue una persona magnífica, espléndida, distinta,
original... un compañero que lo seguirá siendo, seguro,
por largo tiempo, dentro de nuestros corazones.
Su porte, elegancia, carisma y simpatía eran de sobra
reconocidos, al igual que su inteligencia, destreza e
ingeniosidad.
Nacho ha brillado siempre como un genial y verdadero
amigo, discreto (pero también espontáneo, impulsivo),
certero, prestoso a ayudar, honesto, humilde,
divertido, elocuente, sensato, hábil... pancho, noble,
perezoso dispuesto para el deporte, amante de la
naturaleza y los animales.
Los que le conocimos estimamos su mentalidad
entusiasta, su intenso sentimiento antiautoritario y su
directo anhelo emancipador, hacia una existencia
sincera y libre. Es por ello que también fue gran
amante del viajar, la buena música (impetuosa o
reposada) y la fiesta como contrapunto alegre y
desenfadado a una vida de penuria que el sobrellevaba
con total entereza y admirable filosofía.
Nacho nos deja cantidad de momentazos, experiencias
curiosas compartidas y profundas huellas en la memoria.
También nos deja una preciosa hija (vuestra nena,
Carmen), milagro dentro de todo lo absolutamente
opuesto que ha sido su pérdida. Nacho, mítico,
¡hasta luego!

Homenaje: Seki y Laura


Nacho, estamos todos hoy aquí, de una forma u otra, porque seguramente a ti te hubiera gustado estar hoy aquí, pues ya llevabas tiempo deseando volver a Cantabria para comenzar una nueva vida. No venimos a despedirte porque son demasiados los recuerdos que impedirán el olvido,  sino para detener el reloj en estas agitadas y, en ocasiones, banales vidas y dedicarte este instante.
Además, estamos aquí para darte las gracias. Las gracias por habernos dejado compartir tu vida con la nuestra, por habernos enseñado a realizar la ascensión a la cumbre de la vida y en especial, por dejarnos ahora disfrutar de tu mayor logro: NORA.
Aunque, por circunstancias, las vivencias compartidas han sido más escasas y angustiosas en estos últimos casi cuatro años, las recordamos de manera más grata puesto que estamos seguros de que para ti han sido las más especiales pese a los duros y sufridos momentos por los que has pasado.  Por fin, en todo este tiempo, la vida te ha permitido disfrutar de lo que no te había dado primero: tu familia.
La fortaleza del hombre se prueba en la desgracia y tú nos has enseñado que la tuya no tiene límite porque han sido muchas las dificultades que has superado de forma magistral para todos. Nos has dado una lección de lucha y sacrificio por aferrarte a lo que más querías: seguir disfrutando de tu peque y del amor de tu vida, Carmen.
Siempre fue duro separarse de una persona querida. Cuando eso sucede, nos damos cuenta de lo cerca que estábamos y lo aparentemente lejos que nos lleva el destino. Y así, nuestro juicio y sentimiento se turban y por un tiempo dejan de querer marchar juntos. En estas ocasiones nos sentimos enfadados con el mundo. Pero todo pasa y todo queda. Y hemos de continuar en este sendero que compartimos. Ya no llevamos el mismo paso pero el saber que se nos espera en lo alto de la cumbre nos hace perder  el  miedo. Porque allí estarás Tú, entre los que han llegado primero. Y, por eso, recuerda Amigo que allí tenemos que compartir todo aquello que nos ha arrebatado el tiempo.
Hasta entonces, Nacho; hasta entonces, Compañero.

martes, 19 de febrero de 2013

De vuelta

Despues de dos meses intentando encontrar a Nacho, de alguna manera, la que fuera, en Cantabria he decidido volver a Oviedo con mi gente. Seguir en Cantabria con Nora despues de la muerte de Nacho no sólo era para no abandonar el proyecto que habíamos hecho juntos despues de su segundo trasplante, cuando todo parecía ir bien. Quedarme en Cantabria con Nora era tambien una forma de encontrar un nido acogedor formado por sus recuerdos, por el lugar en el que él pasó su infancia y su adolescencia. Creí que estando aquí iba a poder impregnarme de él y poder seguir con mi vida sintiendole cada día. Pero la realidad es muy distinta. Nacho ya no está, y aunque le siento dentro de mi, no le he encontrado en ninguno de los rincones en los que he estado en Cantabria, ni tan siquiera en la playa en la que están sus cenizas. Nacho está en mi corazón, ya para toda mi vida. Y yo estoy muy vacía sin el, porque parte de mi existencia se fue con él el 15 de Diciembre. Asique he decidido que, ya que él se encuentra descansando dentro de mi corazón, nos vamos juntos a Oviedo. Y así, podré olvidarme a menudo, siempre gracias a mis amigs y mi familia, de ese vacío y desamparo que me acompaña importantes ratos todos los días.

lunes, 18 de febrero de 2013

Dos meses sin ti

Ya pasaron dos meses desde que Nacho murió, y cada día le hecho más de menos. Me paso el día buscándole, intentando sentirle de alguna manera, o simplemente me acuesto todos los días deseando soñar con él. Por ahora lo he conseguido un par de veces, pero en mis sueños aparece enfermo y moribundo. Dicen que cuando se muere el amor de tu vida, el duelo te permite reconstruirte de manera tan intensa que, con el paso del tiempo, se experimenta una profunda transformación personal. Sólo han pasado dos meses, y en mi cabeza se han juntado millones de sensaciones y emociones muy distintas: tristeza, rabia, impotencia, angustia, etc. Pasados unos días desde su muerte, sentí un dolor tan profundo que incluso me atrevo a compararlo con el dolor del parto de Nora. Era algo tan inconsolable que, a pesar de que siempre he tenido pánico a la muerte, tenía unas inmensas ganas de morirme para dejar de sentir ese dolor. Luego fueron pasando los días, las semanas...y durante este tiempo quería vivir rápida e intensamente, pues de alguna manera quería recuperar el tiempo "perdido" durante los casi 4 años que duró la enfermedad de Nacho. Ahora mismo, esas ganas de vivir son más fuertes aún, pero me siento pequeña en un mundo que, por momentos, me parece que ya no es para mi. Luego, de repente, mi gente maravillosa me sorprende con visitas y ratos de buena amistad, de cariño y calor. Y es entonces cuando me vuelvo a sentir que aún queda un sitio para mi en la vida. Gracias.
Últimamente he llorado mucho. La imagen de Nacho durante su último mes de vida bombardea mi cabeza constantemente. Y es que puedo vivir sin él, e incluso ser feliz por momentos. Ya lo hago. Pero no puedo olvidarme de lo mucho que sufrió, de sus ganas de vivir y, sobre todo, su deseo de ver crecer a Nora. Lo que más le angustiaba de su enfermedad era morirse, pues eso suponía que no iba a disfrutar más de su hija. El resto ya le daba igual. De hecho, separarse de Nora le producía tal dolor que en sus últimos días era incapaz de hablar de ella. También le preocupaba que Nora se olvidara de él con el tiempo, y que su padre solo fuese para ella un simple recuerdo que había alimentado su madre a base de repetirle una y otra vez que había tenido el mejor padre que cualquiera puede tener. Sin embargo, la realidad es, por ahora, muy diferente a cómo se la imaginaba Nacho. Nora lo ha pasado mal, sobre todo las primeras semanas. Y aún hoy sigue preguntando constantemente por papá: llaman a la puerta y sale corriendo creyendo que es él; se sienta delante de la puerta con sus caballos y dice que está esperando a papá; se le ilumina la cara cada vez que ve una foto suya mientras dice "papá ven". Me encantaría que Nacho conociese lo que su hija siente por él a pesar de que lleva ya dos meses sin verle.
Yo he conseguido vivir tranquila con su ausencia, a pesar de que cada día le busco más y más. Y Nora también lo ha conseguido. Papá tenía pupa y por ello se ha ido a un barquito, para no tenerla más. Algunos días Nora tambien dice que su padre está en un globo (creo que lo ha soñado). Durante unos minutos, todos los días, Nora y yo lanzamos un beso al mar y las dos le decimos lo mucho que le queremos. Y si a mi se me olvida me lo recuerda Nora. Es un rato muy íntimo, emotivo, de los tres, y por momentos parece que el mar nos devuelva con sus olas el mismo mensaje.

jueves, 14 de febrero de 2013

Amor eterno



La realidad de la vida es que el amor no dura mucho. Sin embargo, un grupo de neuroquímicos de la Universidad de Stony Brook, Nueva York, lograron encontrar evidencia de que sí, el amor eterno es posible.

Los científicos midieron las reacciones cerebrales de un grupo de voluntarios quienes acababan de involucrarse en relaciones amorosas apasionadas. Descubrieron que cuando se ve la foto del enamorado o enamorada, reacciona el área ventral tegmental del mesencéfalo. Esta zona del cerebro se dedica a procesar la dopamina, una hormona y neurotransmisor, y suele asociarse con el "percibir" la comida y alcohol y es responsable por motivar deseos.

En caso de ver el sometido a prueba la foto de una persona ajena, aunque sea muy parecida físicamente a su pareja, esta zona del cerebro se mantenía sin cambios. El equipamiento FIRM ("imagen funcional por resonancia magnética") tampoco registró reacciones en caso de observar el voluntario la imagen de un antiguo amigo o amiga suya con quien no mantuviera relaciones amorosas.

Luego los neuroquímicos pasaron a examinar a personas casadas durante muchos años y que afirmaban conservar sus sentimientos románticos. A la prueba fueron sometidos 10 mujeres y 7 hombres cuyos matrimonios se extendían 21,4 años en promedio. Las reacciones de su cerebro fueron medidas de la misma manera y aplicadas luego a una escala de siete puntos para analizar la intensidad del amor que los voluntarios sentían por sus parejas. El resultado mínimo a la hora de ver el voluntario la foto de su pareja fue de cinco puntos.

Las reacciones en este grupo de participantes del experimento fueron registrados, igual que en caso de sus colegas sin experiencia matrimonial, en las zonas del cerebro responsables de procesar la dopamina: el área ventral tegmental y el cuerpo estriado.

Sin embargo, había también diferencias: si en los voluntarios del primer grupo se vieron afectadas también las zonas responsables por las obsesiones y la tensión nerviosa, en los del segundo grupo resultaron afectadas las áreas de la amistad y la maternidad.

Los autores del estudio esperan que su trabajo sea una etapa inicial para entender los mecanismos biológicos que están detrás de las relaciones duraderas y el amor eterno.

Sin embargo, los escépticos comentan que aparte de ser examinado un número muy reducido de personas que conservaron sus sentimientos románticos durante décadas, la investigación tiene otra brecha muy evidente: a la prueba fue sometido solo un miembro de la pareja y no ambos. Así que la conclusión final es bastante triste: aunque el amor eterno exista, esto no significa que tenga respuesta también eterna y seas feliz.