Ya hace un año que,
cuando creíamos que podríamos empezar una nueva vida juntos, volvió la
leucemia, y esa vez, para destrozar todos nuestros sueños, los que, por fin, habíamos
empezado a intentar materializar después de tenerlos aparcados durante casi 3
años. Nuestra vida ha cambiado mucho. Empezando porque tú ya no estás, y algo
de mi se ha ido contigo para siempre. Eso si, Nora ya sabe que somos tus pichukis, las dos..., y lo pronuncia!
Una de las cosas que más te preocupaba cuando pensabas en tu muerte inminente era que sabías que yo no iba a poder soportar vivir sin ti. Y me pedías constantemente que, cuando tu te fueras, siguiera adelante con Nora y con mi vida. Recuerdo aquel día, en Mayo…Junio 2012, cuando Vallejo nos llamó para decirnos que la Clofarabina no había funcionado, y que tu maldita leucemia avanzaba con fuerza. Eran las 9 de la noche. Tu fuiste a dormir a Nora, a cantarle vuestra canción. Yo mientras me tomé dos orfidales, con la idea de que me hicieran efecto durante la media hora que solías tardar en dormirla, para poder afrontar la noche que nos esperaba. Volviste al rato al salón, donde estaba yo esperándote, venías llorando y me decías que Nora no te soltaba la mano, creyendo entonces que Nora sabía que algún día tú te irías. Nos tumbamos juntos en el sofá, y aunque mi idea era transmitirte que aún podía ocurrir algún milagro, mirarnos y hablarnos nos producía tanto dolor que lo único que hicimos fue abrazarnos sin mirarnos a la cara mientras llorábamos. Y al final nos quedamos dormidos. Mi amor, te quiero tanto, que todavía me duele demasiado como para vivir por algo que no sea pura supervivencia…Y ya sabes, háblame en sueños, y cuida de Nora, y espérame porfa, como me prometiste, y cómo yo te prometí...
Te queremos piolonchelillo...
Una de las cosas que más te preocupaba cuando pensabas en tu muerte inminente era que sabías que yo no iba a poder soportar vivir sin ti. Y me pedías constantemente que, cuando tu te fueras, siguiera adelante con Nora y con mi vida. Recuerdo aquel día, en Mayo…Junio 2012, cuando Vallejo nos llamó para decirnos que la Clofarabina no había funcionado, y que tu maldita leucemia avanzaba con fuerza. Eran las 9 de la noche. Tu fuiste a dormir a Nora, a cantarle vuestra canción. Yo mientras me tomé dos orfidales, con la idea de que me hicieran efecto durante la media hora que solías tardar en dormirla, para poder afrontar la noche que nos esperaba. Volviste al rato al salón, donde estaba yo esperándote, venías llorando y me decías que Nora no te soltaba la mano, creyendo entonces que Nora sabía que algún día tú te irías. Nos tumbamos juntos en el sofá, y aunque mi idea era transmitirte que aún podía ocurrir algún milagro, mirarnos y hablarnos nos producía tanto dolor que lo único que hicimos fue abrazarnos sin mirarnos a la cara mientras llorábamos. Y al final nos quedamos dormidos. Mi amor, te quiero tanto, que todavía me duele demasiado como para vivir por algo que no sea pura supervivencia…Y ya sabes, háblame en sueños, y cuida de Nora, y espérame porfa, como me prometiste, y cómo yo te prometí...
Te queremos piolonchelillo...
Un abrazo muy fuerte Carmen.
ResponderEliminarConocí de ti, de Nora y de Nacho por Mònika. Cuando ya era tarde para darle ánimos a él, pero aún no para seguir mandándote todas mis fuerzas a ti.
Hola guapa, muchisimas gracias. No se nada del marido de Monika...tu sabes algo? Un abrazo enorme
EliminarTe he mandado un privado por facebook. Un besito
EliminarOtro abrazo de otra que os conoció tarde, cuando lloramos a distancia la marcha de Nacho, con Monika.
ResponderEliminarAhora estan juntos, esperándonos. Esto tenlo por seguro.
Creo que todas te hemos conocido por Mónika...
ResponderEliminarUn beso enorme, Carmen.